En la filosofía del yoga, el karma es la ley de causa y efecto. Cada acción que realizas tiene una consecuencia, ya sea inmediata o futura. Las acciones positivas conducen a reacciones kármicas positivas, mientras que las negativas dan lugar a lo que hoy conocemos como "mal karma". El karma opera a través de las vidas, y las consecuencias de las acciones de vidas pasadas vuelven en la vida presente.

El Karma Yoga es un camino para romper este ciclo kármico y descubrir nuestro verdadero yo, libre de ego o apego. Conocido como el "Yoga de la Acción", el Karma Yoga es el cumplimiento desinteresado de los deberes, en el que la atención no se centra en los frutos o resultados, sino en la acción en sí. Sigue leyendo para descubrir el verdadero significado del Karma Yoga, sus beneficios y cómo puedes practicarlo en tu vida diaria. 

¿Cuál es el significado del Karma Yoga? 

La palabra Karma significa "acción", por lo que Karma Yoga es el "Yoga de la Acción" o del "deber". Como uno de los cuatro caminos del yoga, que incluye el Bhakti Yoga (Yoga de la Devoción), el Jnana Yoga (Yoga del Conocimiento) y el Raja Yoga (Yoga del Control), fomenta la acción sin ningún apego a los resultados o desenlaces. Como dice Sri Krishna en el Bhagavad Gita: 

"Cumple con tu deber sin preocuparte del fruto del mismo"

Los 4 principios fundamentales del Karma Yoga son 

  1. Deber

  2. Ego

  3. Adjunto

  4. Expectativa de recompensa

El objetivo principal del Karma Yoga es controlar y dejar ir tu ego, purificando así la mente y ayudándonos a realizar nuestro verdadero Ser. Para ello, debemos comprometernos con nuestros deberes sin apego ni deseos personales.

Conceptos erróneos sobre el Karma Yoga

Aunque ofrecer voluntariamente nuestro tiempo para ayudar a los demás es un ejemplo común de acción desinteresada, la verdadera esencia de esta práctica va más allá de los simples actos de bondad. Para aclarar cualquier concepto erróneo, he aquí lo que no es el Karma Yoga:

Una transacción

La acción desinteresada no es un intercambio, en el que prestas un servicio a cambio de otro, como un curso de formación o alojamiento. La esencia del Karma Yoga es realizar acciones sin esperar ninguna recompensa o devolución. 

Trabajo libre

El mero hecho de trabajar sin una compensación justa no se considera automáticamente una acción desinteresada . El verdadero Karma Yoga trata del desapego interno a los frutos de la acción, no sólo de la ausencia de una transacción financiera. Se trata de la intención desinteresada y de no estar apegado a los resultados.

Mano de obra barata

Que alguien esté dispuesto a trabajar por menos en nombre del Karma Yoga, no significa que se alinee con sus principios. La verdadera acción desinteresada nunca consiste en infravalorarse a uno mismo o a los demás, sino en cumplir con tu deber con una intención pura.

Servicio social

Aunque el servicio social se ajusta a los principios del Karma Yoga, no todos los actos de servicio social pueden calificarse de acción desinteresada. El factor distintivo es la motivación interna y el desapego del resultado. Por ejemplo, si alguien ayuda en una comunidad con la esperanza de obtener reconocimiento o satisfacción personal, no está en el verdadero espíritu de esta práctica. 

Así pues, si bien es cierto que el Yoga de la Acción está arraigado en las acciones que realizas, si tu intención es otra que cumplir con un deber sin ego ni apego, no es Karma Yoga.

Explicación de los cuatro principios del Karma Yoga

1. Deber 

Todo el mundo tiene deberes en la vida. Algunos se deben a la sociedad o a la familia, mientras que otros son elecciones que hacemos nosotros, como ser un buen jefe o un amigo comprensivo. En el Karma Yoga, los deberes se conocen como dharma, y reconocerlos y clasificarlos es clave.

Aunque comprender nuestro papel en la vida de los demás es fundamental, la mayor obligación que tienes es contigo mismo. Sólo garantizando tu bienestar podrás apoyar eficazmente a los demás. Además, cualquier deber que cumplas debe hacerse con diligencia. Ya sea ordenar una habitación o completar una tarea en el trabajo, debe reflejar tus mejores esfuerzos. 

2. Ego

El ego es la imagen que tienes de ti mismo y de los demás, formada por características como lo que te gusta, lo que no te gusta y tus deseos. A menudo, basamos nuestras acciones en cómo afectarán a nuestra imagen. Aunque algunos creen que el ego les ayuda a actuar mejor, también puede ser perjudicial. El ego puede distorsionar nuestra visión de la realidad y nublar nuestra comprensión.

Por el contrario, la acción desinteresada consiste en realizar tareas sin pensar en ti mismo. El objetivo central de esta práctica es gestionar y, finalmente, liberarse del ego. 

3. Adjunta

El Karma Yoga consiste en cumplir tu deber con imparcialidad, sin apegarte a él. Disfrutes o no con la tarea, lo das todo. Por ejemplo, como profesor, no favorecerías a un alumno en detrimento de otro. La atención se centra en el cumplimiento del deber, sin preocuparse por el resultado o el proceso.

4. Expectativa de recompensa

A menudo actuamos con la expectativa de recibir algo a cambio. Podría tratarse de trabajar por un sueldo o un reconocimiento, o incluso de cuidar de los seres queridos con la esperanza de recibir su amor y gratitud. Pero cuando actúas sin esperar recompensas, el resultado no influye en tus acciones. Lo haces porque es lo correcto, no por beneficio personal. Esto es el Karma Yoga. 

Sigue leyendo: Karma y Dharma - ¿Lo estás haciendo bien?

Beneficios del Karma Yoga

El Karma Yoga tiene muchos beneficios. Algunos de ellos pueden percibirse inmediatamente, mientras que otros sólo se realizarán tras una práctica regular y constante. He aquí tres beneficios significativos de la acción desinteresada:  

Reduce el ego

El Karma Yoga te ayuda a actuar sin dejar que tu ego se interponga. Haces lo que hay que hacer en lugar de lo que te apetece. Con el tiempo, esto reduce tu ego y te ayuda a pensar y actuar con intención pura.

Las prioridades se aclaran

Al practicar Karma Yoga, tienes una idea clara de lo que es importante. Comprendes tus responsabilidades y las cumples sin apegarte demasiado ni hacer que giren en torno a ti.

Equilibra el Karma

Como realizas las tareas sin dejar que interfieran el ego o los deseos personales, puedes arreglar los errores del pasado sin crear otros nuevos.

Cómo practicar Karma Yoga a diario

Para practicar el karma yoga en tu vida diaria, sigue estos sencillos pasos:

1. Enumera tus tareas principales

Todo el mundo desempeña múltiples papeles en su vida. Para practicar el Karma Yoga, primero tienes que inspeccionar tus relaciones a la luz de la filosofía del yoga y distinguir entre los papeles que desempeñamos en beneficio propio y los que hacemos sin esperar nada a cambio. Identificar tu deber en tus relaciones te ayuda a tomar las decisiones correctas. 

2. Clasifícalos y priorízalos

No todas las funciones y deberes tienen el mismo peso en las distintas fases de la vida. Al priorizarlos, no sólo los organizas en función de su importancia, sino que también reflexionas sobre el significado de tu contribución a cada papel. Esto también puede ayudarte a asignar tu tiempo y energía de forma más eficaz. Reconocer la importancia de cada función también puede infundir un sentido de finalidad, alineándose más estrechamente con los principios del Karma Yoga.

3. Cumple con tus obligaciones

El Karma Yoga consiste en constancia y dedicación. Una vez que tengas tus papeles perfilados y priorizados, dedícate activamente a cumplirlos a diario. Esto no significa que tengas que hacerlo todo a la perfección, sino abordar cada papel con dedicación, sinceridad y sin expectativas de recompensa.

Reflexión final

Incorporar el Karma Yoga a la vida cotidiana consiste en actuar desinteresadamente de forma coherente y desvincularse de los resultados. Reflexionando sobre nuestros papeles, comprendiendo su significado y abordándolos con una intención pura, podemos construir relaciones más sólidas y cultivar una vida más feliz y significativa.

Sobre el autor

Ram Jain

Nacida en una familia jainista donde el yoga ha sido el modo de vida durante cinco generaciones, mi viaje formal por el yoga comenzó a los ocho años en una escuela védica de la India. Allí recibí una sólida base en las antiguas escrituras, incluidos los Vedas, los Upanishads, el Bhagavad Gita y los Yoga Sutras (por nombrar algunos).

En 2009, fundé Arhanta Yoga Ashrams. Veo el yoga como una forma de dominar los cinco sentidos, así que llamé a nuestros ashrams 'Arhanta Yoga', ¡el yoga para dominar los cinco sentidos!

En 2017, también fundé Arhanta Yoga Online Academy para que las personas que no pueden visitar nuestros ashrams puedan seguir nuestros cursos a distancia.

En Arhanta, no solo enseñamos yoga. Te enseñamos a alcanzar tu potencial, a profundizar en tus conocimientos, a aumentar tu confianza y a tomar las riendas de tu vida.

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