junio 16, 2022

La enseñanza del yoga prenatal requiere una mezcla de técnicas específicas de asana, pranayama y ejercicios de relajación diseñados para llevar a la mujer embarazada a una etapa de equilibrio mental, autoconciencia y fuerza física.

El yoga significa unión en nuestro interior. En el embarazo, el concepto de unión y vínculo se extiende a la vida que crece dentro de la madre, por tanto al alma del niño.

El yoga es para todos, y cuando se enseña a las mujeres embarazadas hay que tener siempre presente que el embarazo puede ser un momento muy arriesgado para algunas mujeres que sufren condiciones especiales, y es un momento muy especial para todas ellas.

No es necesario haber vivido un embarazo para poder enseñar el yoga del embarazo. Lo que se requiere es un conocimiento práctico y específico del cuerpo femenino y de los cambios y problemas a los que se enfrenta durante cada fase del embarazo.

Al mismo tiempo, es importante recordar que no estás enseñando yoga a personas con problemas físicos debidos a la enfermedad. En la mayoría de los casos, una mujer embarazada no está enferma. El embarazo no es una enfermedad. Las mujeres que acuden a tu clase buscan un equilibrio que les ayude a aceptar su nueva condición y los cambios que se producen en su cuerpo y su mente. Por eso, la relajación y las pausas de descanso entre asanas son fundamentales. Pero tampoco queremos tratar a las mujeres con guantes de seda. Durante la clase, proponemos retos, que siempre se ajustan a las habilidades y a la condición de cada mujer.

Como regla general, puedes admitir a cualquier mujer embarazada sana para que participe en tu clase. Sin embargo, tenga cuidado con las mujeres que hayan recibido tratamientos médicos especiales, que deban guardar mucho reposo y con las que tengan condiciones físicas especiales que no sean de su competencia. En estos casos, es mejor sugerirles que no asistan a las clases de yoga para embarazadas.

La diferencia entre enseñar a una alumna de yoga normal y a una alumna de yoga embarazada

Según mi experiencia, las futuras mamás que asisten a las clases de yoga prenatal están muy atentas y concentradas. Tienen un gran sentido de propósito superior: el bienestar de su hijo. He visto que son muy regulares en su asistencia, muy involucradas y curiosas en clase y que realizarán con mucha diligencia las tareas de casa.

En una clase de Yoga Prenatal, hay aspectos físicos que siempre hay que tener en cuenta, como las posturas que hay que evitar y que pueden ser inadecuadas y, a veces, incluso perjudiciales para las embarazadas.

¿Qué hay que evitar al enseñar yoga prenatal?

  • Deben evitarse las torsiones, o sustituirlas por variaciones de torsión muy suaves.
  • Debe evitarse cualquier posición que pueda causar presión en el vientre.
  • Evita las asanas de equilibrio que puedan poner a las madres en una situación inestable e insegura. En mis años de experiencia, para enseñar con seguridad, empecé a utilizar mucho la pared como soporte para liberar el peso y permitir que las madres no se cansen demasiado.

¿En qué debe centrarse la clase de yoga para embarazadas?

  • Céntrate en las asanas que trabajan en la apertura del suelo pélvico como preparación al parto.
  • Trabajar la apertura de la cadena de la espalda alta, ya que las madres tienden a cerrar los hombros debido al mayor peso de sus pechos.
  • Estimular la elongación de la columna vertebral y enseñar variaciones que ayuden a crear espacio para el vientre y el bebé; comprobar siempre que no haya situaciones que puedan crear molestias.

Es importante recordarlo, y recordárselo a tus alumnos: El propósito del yoga prenatal no es aprender a practicar yoga, sino hacer que la práctica sea correcta y accesible en el momento presente. Adaptamos el yoga tradicional al momento del embarazo y, por tanto, lo hacemos específico para el bienestar psicofísico de la madre.

¿Cómo varía la enseñanza del yoga para embarazadas de un trimestre a otro?

Los tres trimestres requieren un enfoque particular y diferenciado: En general, hay que evitar las asanas de compresión del vientre y las torsiones, mientras que la relajación inicial y final son cada vez más importantes. Hay que centrarse en la superación del miedo y la aceptación. Como profesor, debes escuchar atentamente lo que te dicen las futuras madres, y cualquier signo de malestar e incomodidad en cualquier asana debe dar lugar a variaciones y cambios.

Durante el primer trimestre, muchas mujeres se sienten normales y se ven normales. También sienten que pueden afrontar todas las asanas, pero no deberían hacerlo. La atención debe centrarse en la respiración, la visualización, la conciencia del propio cuerpo y las posturas suaves.

El segundo trimestre es el mejor momento porque las madres se sienten mejor físicamente. Las madres del segundo trimestre tienen más energía y menos temores sobre la salud del bebé. Las mamás empiezan a preocuparse por el peso que están ganando y por la barriga que crece y les impide los movimientos habituales. En esta fase, las variaciones de las asanas son fundamentales para crear espacio para los órganos de la madre y para el cuerpo del bebé en desarrollo. Siempre hay que ser claros en las explicaciones de los cambios que se producen en el cuerpo de la madre y del bebé y estar siempre atentos a los niveles de cansancio de las madres.

Durante el tercer trimestre, el enfoque principal se centra en la relajación del cuerpo, en las visualizaciones del parto y en el hecho de que, a estas alturas, el momento en que la mamá y el bebé se conozcan llegará pronto. Todas las asanas deben tender a la creación de espacio y apertura.

Posturas desafiantes para embarazadas

Cada mujer es diferente, cada persona es diferente y las experiencias de cada una son diferentes. En las clases de yoga prenatal, hay que asegurarse de conocer bien a cada mujer para poder ofrecerle apoyo y variaciones.

Cuando te enfrentes a situaciones específicas, puedes ofrecer clases particulares en las que adaptar todo a la circunstancia individual. Debes saber adaptar las posturas y los ejercicios para hacerlos menos intensos. Tu objetivo como profesora de yoga prenatal es promover la sensación de ligereza, desarrollar patrones de respiración más saludables y guiar a las mamás para que experimenten la meditación, las visualizaciones y las técnicas de respiración.

Cada día es un día diferente con sus cambios y necesidades específicas que dependen no sólo del cuerpo que se adapta sino también de factores externos como la sucesión de las estaciones, por ejemplo.

Partes del cuerpo que necesitan atención extra en la clase de Yoga Prenatal

Durante el embarazo, las mujeres suelen experimentar molestias estomacales, acidez y dolor en la parte baja de la espalda, así como problemas generales de postura causados por el desplazamiento del centro de equilibrio y el peso adicional que tienen que llevar.

Es necesario centrar la práctica en la zona pélvica y las caderas y en los problemas de incontinencia y estreñimiento que suelen sufrir las mujeres embarazadas.

El crecimiento del vientre y del pecho también provoca problemas en la fase de descanso y sueño, que se ven perturbados por la creciente dificultad para encontrar una posición cómoda y por la preocupación por la inminente llegada del bebé.

Accesorios para la enseñanza del yoga prenatal

Antes de empezar la lección, asegúrate de que tienes los siguientes apoyos necesarios, para cada alumno:

  • 2 soportes (cojín o almohadilla)
  • 1 cinturón
  • 1 silla sin reposabrazos
  • 2 ladrillos
  • 1 manta

Las pesas son opcionales pero muy recomendables, las que están llenas de arena están bien. También es importante contar con material ilustrativo que se relacione con la anatomía y los cambios que se producen y se producirán en el cuerpo de las madres y su hijo en crecimiento.

Incluyendo al bebé

Recuerda siempre que cuando enseñas yoga durante el embarazo, tu audiencia es al menos el doble de lo que ves delante de ti. El niño que crece puede oír tu voz y se ve influenciado por ella, al igual que lo están las sensaciones y los movimientos de la madre. Debes ser capaz de guiar a las mujeres hacia la aceptación de los cambios que se producen en su cuerpo y de seguir con ellas el crecimiento de su hijo.

El objetivo del yoga prenatal

El objetivo del yoga durante el embarazo es que la madre tome conciencia de su cuerpo y de los cambios que se producen. El objetivo es también enseñarles a relajarse y a escuchar sin miedo, a encontrar el tiempo para aceptar los cambios y a darse tiempo para vivir estos nueve meses siguiendo su propio ritmo y el del niño.

Otro propósito del yoga durante el embarazo es crear un espacio y enseñar a las madres a conectar con su sabiduría interior y a aceptar y confiar en el curso normal de la naturaleza, de este modo sabrán confiar en sus instintos y podrán tomar con calma las decisiones correctas para ellas y su bebé.

La importancia de sentirse tranquilo

Vivimos en una sociedad muy rápida, llena de exigencias y obligaciones. El yoga da a la madre el tiempo que se merece para disfrutar de la creación de la vida en la que su cuerpo está comprometido.

Sentirse en calma ayudará a las madres a concentrarse profundamente, a soltar las tensiones, a enfrentarse al miedo al cambio y a la duda; a reducir la ansiedad; a cuidar el cuerpo y la mente. Sentirse en calma reduce el ritmo cardíaco y aumenta la intuición, nos pone en contacto con nuestro subconsciente, mejora las conexiones emocionales con nosotros mismos y con los demás.

Apoyarla para que se sienta fuerte y desarrolle confianza en su cuerpo

El yoga aporta calma, fuerza y equilibrio a la aventura del embarazo y la clase adopta posturas de yoga para satisfacer cada fase del embarazo. De este modo, las madres desarrollan el valor, la fuerza y la decisión de afrontar el parto y el trabajo de parto. Las madres toman la iniciativa de no sufrir el parto de forma pasiva, sino de tomar el control del mismo y convertirse en parte activa.

Trabajar para mejorar la conciencia y la fuerza del cuerpo

El nivel de energía de las madres cambia día a día. En el yoga prenatal, la mujer embarazada aprende a escucharse a sí misma, a hacer ejercicio con seguridad y a elegir una práctica suave en lugar de intensa, siempre y cuando sea necesario.

El importante papel de la respiración

Es muy importante que la madre entienda que tiene que cuidarse y crear un nuevo hábito positivo en cuanto a la postura, los ejercicios y la respiración. Cuanto mejor respire la madre, más sano estará el bebé, que con mucho oxígeno y nutrientes crecerá sano y fuerte. Lo mismo ocurre con las madres, que necesitan recibir suficiente oxígeno y energía mediante ejercicios de respiración y pranayama para experimentar un embarazo vital y tranquilo.

Ofrece a las madres ejercicios de respiración que puedan practicar diariamente en casa. Recuerda que en el yoga durante el embarazo no se utilizan las retenciones de la respiración de ninguna manera.

Lo que hay que llevar: La enseñanza del yoga para embarazadas

Dar clases de yoga prenatal es muy gratificante. Ayudas a las madres a desarrollarse en uno de los períodos más difíciles y hermosos de su vida. Para mí es un inmenso privilegio poder ayudarlas y cuidarlas de verdad durante el embarazo y después. Después de dar a luz, pueden seguir viniendo a la clase de yoga prenatal durante unos 3 meses (6 meses si tuvieron un parto difícil, con una cesárea por ejemplo). Después de ese periodo pueden volver a unirse a tus clases regulares.

Sobre la autora

Lucia Seglie

Lucia Seglie is an experienced yoga teacher and yoga teacher trainer. Lucia started her yoga journey in India with traditional teachers. During her 10-year teaching career, she has worked with various anatomy and physiology experts and has developed a comprehensive approach to yoga and Restorative Yoga in particular and including teaching, adjustment, and modification techniques.

Lucia runs successful two yoga studios in Italy and guides a team of more than 10 yoga teachers. She has taught Restorative Yoga for many years and collaborates with Arhanta Online Academy in offering an Online Restorative Yoga Teacher Training.

Related Posts